Odontología Impositiva
Relato de un Paciente
(Publicado
por el Dr. Pablo Koval)
PARA
OPINAR,
PROPONER,
PREGUNTAR,
RESPONDER o SUSCRIBIRSE
enviar correo a
forodetn@gmail.com
Volver a Inicio |
Paciente con agenesia de los
incisivos laterales superiores.
Mediante ortodoncia intentaron mejorar la estética
dental.
Cambios y
sensaciones
Rafael, Marzo de 2012.
Primero me
movieron un colmillo cerrando el espacio que le
correspondía al incisivo ausente. En un segundo
tratamiento me abrieron ese espacio dejándome el
colmillo atrás y sentí una recuperación, aunque leve
e incompleta. A continuación me movieron el comillo
del otro lado para equipararlo con el que me habían
movido antes y nuevamente sentí un empeoramiento.
Sensaciones en la cabeza:
disminución de la visión, achicamiento y retracción
del rostro (incomodidad para dormir)Sensación de
opresión occipital y en la nuca. Sensación de leve
ahorcamiento.
Otras sensaciones:
Menor rendimiento mental y de claridad del
pensamiento.
Menor estado físico, energía y fuerza.
Peor dicción y modulación al hablar.
Cambios en la voz (más gruesa).
Adelantamiento de la cabeza en relación al cuerpo
Lo más extraño
para mí fue la disminución de la inteligencia o
claridad del pensamiento. Fue algo que ocurrió
bastante rápido durante el primer tratamiento, en el
lapso de 6 meses a un año, y que luego durante
cuatro años fue mejorando paulatinamente, de manera
muy lenta, y aún hoy creo que lo sigue haciendo. Hoy
en día me encuentro bastante bien en este sentido,
puedo tener un comportamiento bastante parecido al
de antes de que todo empezara. Pero en su momento,
cuando peor estaba, en 2007 y 2008, este cambio
significó para mí vivir un verdadero infierno.
Durante mi adolescencia había forjado una
personalidad, intereses, sueños, habilidades, y de
repente me había quedado sin nada. Sentía que podía
hacer muchas menos relaciones con la mente, sólo las
más esenciales. Pasé a pensar de manera mucho más
lenta y limitada. El mundo había perdido mucho
significado, se había vuelto en gran medida una hoja
en blanco. Fue como si me hubiera quedado sólo con
la superficie, sin poder ver más allá. Me costaba
mucho interpretarlo, interactuar, socializar,
pensar, crear.
Una de las
habilidades que perdí fue la que más me había
caracterizado durante mi adolescencia, que era una
cierta afición y facilidad para leer y escribir
sobre historia y política. Fue como si de repente la
parte de mi mente que se encargaba de eso hubiese
dejado de funcionar y se hubiese quedado en blanco.
Tardaba demasiado en leer libros. Durante un tiempo
me seguí comprando libros al mismo ritmo que de
costumbre pero no podía terminarlos. Y si los
terminaba había gastado mucho más tiempo en leerlos
y lo que me quedaba luego de haberlos leído era poco
y nada. Quería seguir escribiendo artículos de
opinión sobre política para seguir siendo yo mismo,
para rescatar algo que me definía, pero no hubo
caso. Los artículos se hacían largos, redundantes,
oscuros. Lo que antes decía en una oración ahora
necesitaba, por alguna razón, uno o dos párrafos
para decirlo, y sólo podía describir más que
interpretar, fijar postura más que argumentar.
Otros de los
aspectos en que me sentí fuertemente afectado fue la
sociabilidad. Dejé de verme con muchos amigos, o
pasé a verme mucho menos. Las mismas personas con
las que antes mantenía una relación natural,
espontánea, con quienes tenía una conexión especial
de amistad, podría decirse, aparecían ante mí como
gente más extraña y distante a pesar de que eran las
mismas personas que antes. Me costaba mantener una
conversación fluida y sentía que se había perdido
esa conexión, que ya no era capaz de manejar los
mismos códigos. Me pasó a costar mucho más salir con
amigos ya que no lo disfrutaba como antes e incluso
a veces lo sufría por no poder mantener la misma
relación de siempre. Muchas veces prefería evitar el
contacto. Con mi familia las relaciones también se
deterioraron en algún punto, dentro de lo normal.
Estaba generalmente de peor humor que de costumbre.
Hoy en día,
como dije, en materia de inteligencia, después de
una recuperación constante y paulatina de más o
menos 4 años, ya estoy bastante mejor. De hecho, de
no haber mejorado tanto, estoy seguro de que no
podría estar escribiendo esto, o necesitaría de
muchas más páginas como en efecto en algún momento
necesité años atrás para plasmar lo que me pasaba
por escrito. Me hice en su momento muchos análisis
de cerebro, a ver si tenía algún daño, pero todos me
dieron “normal” y los médicos no tenían ninguna
respuesta para darme.
La recuperación
paulatina de la inteligencia fue de la mano con
sensaciones de movimientos de los dientes y huesos
de mi cabeza que me hacían sentir que mi mente
recuperaba espacios perdidos. Eso es lo que yo fui
sintiendo. Y sentí también que esos movimientos y
esa recuperación de espacios estaban conectados, se
producían cada tanto al mismo tiempo y aparecía la
mejora. A veces esa mejora aparecía de repente luego
de que sintiera un escalofrío o electricidad en
alguna parte de la mente, como si se hubieran
conectado algunos cables. Las mejoras son muy leves,
a veces casi imperceptibles, y se producen de a
pequeños saltos cada tanto aunque regularmente, y no
de manera estrictamente permanente. Fue todo como
una larga lucha interna que siento que aún sigue
aunque mucho más serena y naturalmente menos
trágica.
Al principio me
pareció extraño que no haya salido nada en los
estudios, pero luego me di cuenta de que si me
recuperaba era porque no había un daño permanente y
si no había un daño permanente seguramente todo
podía verse a simple vista muy normal. Según mi
perspectiva y experiencia tiene que haberse tratado
de algún tipo de interferencia que afectó la
circulación de energía a través de la mente o el
buen funcionamiento de algunas zonas de mi cerebro.
Es lo único que se me ocurre y lo que sentí.
En cuanto al
estado físico y la habilidad atlética, sentí en un
principio un fuerte retroceso. Fue como si correr me
costara más, como si mis músculos se hubieran
debilitado fuertemente. Pero con el tiempo,
sobretodo durante el último año y creo que de manera
mucho más pronunciada desde que me traté con terapia
neural, la mejora física y energética fue muy
grande. Una vez recuperado hasta un nivel normal mi
estado físico, me sorprendió sentir, como aclaro en
el esquema, como si tuviera mayor habilidad atlética
que antes de que todo pasara. Fue como si,
restaurado el estado físico, la nueva organización
de mi cuerpo fuese más funcional para el deporte, a
pesar de que mi resistencia física sigue sin ser de
las mejores sencillamente porque no me entreno
mucho. Yo lo relacioné con la postura más hacia
delante de mi cabeza y algún posible cambio en el
centro de gravedad de mi cuerpo que me da mayor
agilidad.
Hoy por hoy
siento la inteligencia mayormente recuperada, aunque
siento que la recuperación todavía no es total. La
capacidad de concentración y retención, mi
rendimiento en el estudio, si bien ha mejorado,
sigue afectado en comparación con antes de que todo
pasara. Físicamente estoy muy bien. Las sensaciones
en la cabeza siguen estando, quizás un poco
morigeradas aunque no puedo afirmarlo con precisión
debido a que ya pasaron varios años y uno también
tiende a acostumbrarse a determinadas sensaciones y
eso puede hacer que nos parezca que van
disminuyendo. El proceso de mejora paulatina creo
que sigue su marcha, con las sensaciones de
movimientos de dientes y cambios en los huesos de mi
cabeza de vez en cuando. Necesitaría tiempo para
poder afirmar con certeza que se detuvo. Mi rostro
me sigue molestando al dormir. Mi cara sigue
cambiada, como un poco achicada y apretada, como si
los huesos de la cara estuvieran compactados.
Tengo también
rectificación y contractura cervicales, que si no me
equivoco aparecieron, por lo menos de manera más
acentuada, en la etapa del movimiento hacia atrás
del segundo colmillo (años 2009 y 2010
aproximadamente) momento que también coincide con
una época en que para no apoyar el rostro ni la
parte posterior de la cabeza en la almohada, durante
un buen tiempo dormí apoyando en la almohada
solamente la parte lateral del cráneo, para lo cual
necesitaba dormir de costado ejerciendo cierta
fuerza y con el cuello doblado. Esta forma
antinatural de dormir se me ocurre que quizás pudo
haber tenido algo que ver con las contracturas o la
rectificación. De todas maneras, no tengo total
certeza de los tiempos, y pienso que quizás ambos
fenómenos pueden haberse complementado. De hecho ya
sentía para aquel entonces las molestias y había
notado ya un cambio en la forma y postura de mi
cabeza.
Las fotos que siguen no buscan
constituirse como prueba de nada, sino simplemente
servir como vehículo para expresar cambios y
sensaciones que yo pude observar y percibir a partir
de que me movieron hacia atrás los colmillos. Las
comparaciones no son exactas puesto que las fotos
anteriores no fueron tomadas con la intención de
usarlas para un estudio o comparación posterior. Lo
que sigue no pretende ser preciso ni científico,
sino simplemente transmitir con la mayor exactitud
posible mi percepción personal. En muchos casos son
cambios casi imperceptibles desde el exterior pero
que internamente tienen efectos considerables.
Tratamientos:
Kinesiología:
No experimenté cambios significativos en los
síntomas señalados, más allá de que me puede haber
ayudado como ejercitación.
Terapia neural: Mi
sensación es que influyó positivamente en mí de
manera significativa en lo anímico, físico y
energético, pero no sentí hasta ahora cambios
significativos en las sensaciones señaladas.
Las fotos que siguen fueron
sacadas con mucho tiempo de diferencia y desde
distancias distintas, pero traté de equiparar lo más
posible la escala de cada una de ellas enfocándome
en elementos invariables como la nariz o las orejas.
De todas maneras, repito, las fotos no aspiran a
probar nada sino a ser vehículo de una idea.

Alguno podrá decir que la
diferencia que se observa entre las fotos anteriores
y posteriores se debe a una distinta postura de la
cabeza en cada una de ellas, y seguramente en algún
punto ello es cierto. Sin embargo, las diferencias
que marco son cambios que yo pude observar en mí, no
sólo a través del espejo, de la sombra que proyecto,
de cómo me siento, sino también incluso a través de
las radiografías laterales de cráneo que me saqué.
Tengo una sola de antes de que me movieran los
colmillos. Casualmente, la diferencia que marco en
las fotos anteriores también se puede observar
comparando esa radiografía anterior con las
posteriores. Cuando le marqué esa diferencia a uno
de mis médicos me contestó inmediatamente que se
debía a que la primera estaba mal sacada y que la
postura de la cabeza cambiaba, pero la verdad es que
yo adentro mío sentía con suma certeza que ello no
era así. La diferencia se debe para mí a un cambio
en la postura natural de mi cráneo que yo
experimenté y percibí claramente. Trataré de
esquematizarlo.

Me gustaría si es posible
agregar este comentario al final de la nota
"Odontología Impositiva. Relato de un paciente."
publicada por Pablo Koval en el foro:
Una cosa que me faltó aclarar es que, si bien mejoré
mucho desde el momento en que peor estaba
(2007-2008), al mismo tiempo siento que algunos
síntomas permanecen invariables. Mi sensación es que
el achicamiento de mi boca y rostro repercutió en
una especie de compresión de mi cráneo. Esa
compresión sigue estando y, si bien siento que
recuperé gran parte de la inteligencia, sigo
sintiendo como si mi cerebro estuviera apretado en
distintos puntos, en especial en la parte posterior,
arriba y en la nuca. No es un dolor, sino una
sensación leve pero clara, de la cual me preocupa el
efecto sobre el funcionamiento de mi mente que yo
percibí claramente. Siento que rindo mucho menos en
el estudio, que se me cansa la mente más rápido y me
cuesta más memorizar. Las mejoras que fui sintiendo
las percibí como una adaptación de mi cuerpo a una
nueva situación, pero desconfío de que me vayan a
permitir terminar de mejorar dados esos síntomas
invariables que señalo. Desde mi ignorancia y
percepción personal, siento que mover los caninos
para atrás fue la causa de la retracción y el
achicamiento del rostro. A mí los caninos me
nacieron en el lugar de los incisivos, casi pegados
a las paletas, y en el lugar donde deberían haber
estado los caninos tuve hasta los 18 años dientes de
leche que me conservaron bastante los espacios.
Primero me cerraron espacios de un lado llevando el
canino hacia atrás (esto tuvo para mi el mayor
efecto negativo, tanto que hasta dudo si acaso las
mejoras que he sentido últimamente no siguen siendo
una recuperación de aquello). Después me abrieron el
espacio pero me dejaron el canino atrás, en su lugar
normal. Sentí una mejora pero incompleta. Luego de
eso, del otro lado, donde seguía teniendo el canino
al lado de la paleta, me llevaron el canino hacia el
lugar "normal", y este movimiento, que requirió
bastante tiempo durante el cual aumentaban la
fuerza, sentí que me volvió a perjudicar bastante.
Mi sensación fue como si el movimiento hacia atrás
de los caninos generara el achicamiento del rostro y
la retracción de la mandíbula, y eso repercutiera en
el cráneo de alguna manera. ¿Es posible que eso sea
así? ¿Valdría la pena intentar con volver a poner en
su lugar original los caninos, más allá de que no
sea el lugar normal? Yo siento que a medida que pasa
el tiempo es menos probable que el proceso sea
reversible, y eso me da un poco de miedo,
sinceramente. Ya hace cinco años que estoy con esto
y me gustaría solucionarlo cuanto antes. Muchas
gracias a todos por su ayuda. Rafael (el
paciente).
Estimado
Rafael
Lamento mucho
todo lo sucedido a partir del tratamiento de
ortodoncia que usted describe. Es de gran
responsabilidad el emitir un juicio sin tener los
suficientes argumentos que soporten su afirmación o
sospecha y menos aún en un periodo de tiempo largo
en donde muchas variables pueden entrar a hacer
parte de su cuadro clínico descrito. Ahora, es
posible que parte de lo que usted expone haya sido
consecutivo a los movimientos dentales. Tampoco lo
puedo asegurar y pienso que en este punto eso ya no
es lo mas relevante . Si un diente se mueve, los
otros dientes se mueven y los huesos del cráneo en
consecuencia también se mueven. No le recomiendo
hacer mas tratamientos para colocar los caninos en
la posición original. Es irritar mas el sistema
nervioso de alguna manera. Lo que si le sugiero es
que acuda a un profesional con formación en
osteopatía cráneo sacral. Creo que le podría ayudar
de manera importante y le sugiero continuar con su
médico neuralterapeuta ya que como usted informa le
propició una gran mejoría. Debe usted
tranquilizarse, pues veo que en el tiempo ha
conseguido un mejor estado de salud. Cordialmente,
Yoseth Osorio D.
PARA
OPINAR,
PROPONER,
PREGUNTAR,
RESPONDER o SUSCRIBIRSE
enviar correo a
forodetn@gmail.com
Volver a Inicio |
|