MEDICINA para la AUTOORGANIZACIÓN
HERNIA de DISCO Tratamiento No Quirúrgico
Dr.
Pablo Rubén Koval
La hernia discal está constituida por la sustancia gelatinosa del disco, otros restos y edema local. Pero, ¿por qué el disco pierde vitalidad, se rompe y el contenido gelatinoso sale de su interior? Es decir, ¿por qué se forma la hernia?. La respuesta es que se ha alterado o perdido la capacidad del organismo de mantener ese tejido en buen estado. Esto ocurre cuando el sistema nervioso funciona de un modo inadecuado por la presencia de uno o varios campos interferentes. El lugar que resulta afectado suele ser un sitio más débil por constitución o genética o porque ha recibido algún traumatismo en otro momento de la vida, en este caso un disco intervertebral. El dolor agudo puede deberse a que la hernia comprime una raíz nerviosa, a la presencia de edema en la región de la hernia que aumenta la compresión de la raíz o a contractura muscular regional. Esto suele resolverse con tratamiento local o antiinflamatorios. Pero cuando el dolor es persistente, crónico, en general se trata de un problema complejo asociado a la pérdida de la capacidad reparadora normal del sistema nervioso. La alteración o pérdida de esa función suele deberse a la presencia de uno o más campos interferentes. Cirugías en cualquier parte del cuerpo, traumatismos, heridas, emociones fuertes, procesos inflamatorios acontecidos en el pasado pueden constituir la irritación inicial y causal de todo el problema actual. Funcionan como campos interferentes que comprometen la capacidad de autoorganización natural (auto-regulación, auto-reparación) y se mantendrán en la memoria del cuerpo hasta tanto no sean corregidas mediante tratamiento adecuado. Durante la vida se acumulan este tipo de irritaciones, el organismo las va compensando.
La
postura, un esfuerzo, un problema emocional o el estrés
suelen representar sólo el desencadenante Para la medicina clásica el problema comienza porque "apareció" una hernia que causa dolor, hormigueo y limitación del movimiento. Sin embargo no siempre la presencia de una hernia se asocia con dolor y no siempre dolor de columna significa presencia de una hernia. Según nuestra visión del problema, los síntomas como el dolor, el hormigueo, etc., representan el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa. El segundo eslabón en esta cadena está representado por el deterioro del tejido que forma el disco intervertebral permitiendo su ruptura y la salida del contenido (hernia) y por la contractura muscular regional. Tratar este segundo eslabón con corticoides (cortisona), kinesiología, cirugía o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema. El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral o, contractura muscular. El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal.
Problemas de salud
persistentes o recurrentes Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.
Los campos interferentes
pueden haberse desarrollado en
donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos. Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación. Tratamiento Ocuparse sólo de una estructura o de una función sin prestar atención al conjunto, a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento. La forma de resolver el dolor en el anciano no puede basarse en relajantes musculares, analgésicos, antiinflamatorios, corticoides, clonazepán y/o antidepresivos. Todos estos medicamentos son sumamente tóxicos. Es necesario corregir problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona y ésto puede lograrse sólo con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad. La cirugía no es el mejor tratamiento. La cirugía elimina la hernia pero no resuelve su causa. Por eso los frecuentes fracasos. La cirugía de la hernia de disco muchas veces, y con demasiada frecuencia, se complica. Y es muy común que el cirujano considere necesario volver a operar, lo cual suele terminar en complicaciones aún más graves. El uso de un corsé puede aliviar el dolor pero provoca la pérdida de función de músculos de la cintura y del abdomen.
En 13
El trabajo, publicado en el Journal
of the American Medical Association, fue dirigido
Muchos
Nosotros consideramos
La respuesta
Estamos La medicina para la autoorganización mediante terapia neural o modulación neuromuscular cumple este objetivo. La odontología neurofocal también es parte integrante de este nuevo concepto médico. El ozono puede ser un útil complemento terapéutico.
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