MEDICINA para la AUTOORGANIZACIÓN
PROBLEMAS de la PIEL, PELO, UÑAS y MUCOSAS
¿Enfermedades de la piel, o enfermedades que se manifiestan en la piel?
Dr.
Pablo Rubén Koval
La piel se origina, en el embrión, a partir de la misma célula madre que el sistema nervioso, de ahí su magnífica sensibilidad. La piel nos aisla y protege, a su vez nos une y comunica con el mundo exterior. Las áreas de los órganos internos que llegan a la piel están cubiertos por mucosa (boca, nariz, ojos, oídos, uretra, vulva, ano), a su vez el aparato digestivo, el respiratorio y el urinario-reproductor están revestidos internamente por mucosa. La piel y la mucosa conforman una enorme superficie activa, de gran capacidad para captar estímulos locales y del medio ambiente. Es a su vez un órgano de excreción de líquidos, sales e impurezas. Cuando el organismo está sano, la piel está sana. Cuando la piel se enferma el problema se encuentra dentro del propio organismo. En realidad no existen enfermedades de la piel, sino enfermedades que se manifiestan a través de la piel, uña, pelo o mucosa. Los cambios que experimentan la piel, la mucosa, la uña o el pelo constituyen una forma que el organismo posee para reducir su entropía; expresan un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital. Cuando una parte del organismo presenta ese tipo de manifestaciones es porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido. La causa habitualmente es una irritación del sistema nervioso ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del organismo, que finalmente interfiere la capacidad de autoorganización natural. Esa irritación o campo interferente se mantendrá en la memoria del cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado. La medicina clásica, la dermatología, trata los problemas de la piel sin vincularlos con el conjunto del organismo. A un eczema o dermatitis le pone corticoides, a una infección antibióticos, a una micosis antimicóticos. Trata la consecuencia, no su causa. ¿Qué ocurre cuando se tratan manifestaciones de la piel como algo aislado de lo que le ocurre al organismo? La piel se cura pero el organismo seguirá enfermo y manifestará su desequilibrio en cualquier otro órgano o sistema con una "nueva" enfermedad. Prurito (picazón, picor). Ardor . Dolor quemante. Estas manifestaciones deben considerarse como variantes del dolor. Es decir, sensaciones desagradables que están poniendo de manifiesto un desequilibrio en el sistema nervioso de la persona. Una parte del organismo pica, arde o duele porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo. Eczema Como señalamos anteriormente, las lesiones de la piel están mostrando un problema más profundo, y los problemas profundos deben resolverse adecuadamente, tratando la causa. Ulceras Las úlceras también expresan un profundo desequilibrio y la pérdida de la capacidad de reparación. Uñas
Las uñas como el resto de la piel manifiestan
alteraciones como respuesta a desequilibrios internos. En las
siguientes fotos se ve la uña enferma
reemplazada paulatinamente por la uña nueva, sana, tras la resolución
del desequilibrio interno.
Problemas de salud
persistentes o recurrentes Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.
Los campos interferentes
pueden haberse desarrollado en
donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo: Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos. Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación. Tratamiento Ocuparse sólo de una parte del cuerpo sin prestar atención a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento. Tratar la piel con cremas, pomadas o lociones de ningún modo resuelve el problema causal, por el contrario puede agravarlo. Todos los medicamentos aplicados sobre la piel se absorben, pasan a la sangre y pueden ser causa de toxicidad. La corrección de los problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona, sólo puede lograrse con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad. La medicina para la autoorganización mediante terapia neural y odontología neurofocal cumple este objetivo.
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2011 [Dr. Pablo R. Koval]. |