Prólogo a la edición
en idioma inglés
escrito por el
Dr. Robert Kidd, Renfrew, Canadá
En 1935 apareció
fuera de la Unión Soviética un libro que desafió la comprensión aún
actual de la enfermedad. En su libro, "Bases para una nueva teoría
de la medicina " A.D. Speransky (discípulo de Pavlov) postuló que
todas las enfermedades comienzan con "irritación" del sistema
nervioso. El sistema nervioso determina cómo responderá el
organismo, cómo se defiende, o si (y cómo) una enfermedad se
desarrollará. En otras palabras, las enfermedades de todo tipo están
bajo el control del sistema nervioso. El libro de Speransky fue la
culminación de muchos años de trabajo experimental meticuloso por la
escuela rusa de neurofisiología en el Instituto de Medicina
Experimental de Leningrado. (Lamentablemente, el instituto se cerró
poco después de la publicación del libro, primero por la represión
estalinista y luego por la Segunda Guerra Mundial.). Después de
todos estos años el desafío de Speransky aún no se ha cumplido. El
mundo de la “Medicina Clásica" (término del Dr. Koval) se ha
desarrollado como si el trabajo de Speransky (y de sus colegas) no
hubiera existido nunca.
Este no es el
lugar para especular por qué su trabajo sigue siendo ignorado, pero
observadores inteligentes de la medicina moderna están comenzando a
sospechar que la Medicina Clásica ya ha hecho su camino, al menos en
su capacidad para explicar las enfermedades con las que se enfrenta.
Parte de esta sospecha proviene de la falta de avance en la curación
de nuestras enfermedades más comunes. Pero lo que también contribuye
a esta inquietud son los desafíos intelectuales de los
descubrimientos realizados fuera de la medicina sobre el
funcionamiento de los sistemas dinámicos. Las limitaciones de la
causalidad lineal y de la ciencia reduccionista, etc. todavía no han
sido abordadas plenamente por la comunidad de investigadores
médicos. Las controversias actuales en torno a la medicina "basada
en la evidencia" es sólo una manifestación de esta crisis.
Cinco años más
tarde (en 1940) ocurrió otro hito (generalmente no reconocido) en la
historia de la medicina, el descubrimiento del "campo de
interferencia" por Ferdinand Huneke, un médico-odontólogo alemán. Un
campo de interferencia es un foco (por ejemplo, una cicatriz, un
diente o un ganglio autonómico) que está causalmente relacionado con
un problema clínico (por ejemplo, un dolor) en cualquier otro lugar
del cuerpo. Una parte aún más sorprendente de este descubrimiento
fue encontrar que el problema clínico puede ser mejorado o incluso
eliminado por medio de inyecciones de procaína o lidocaína en el
campo de interferencia. Ferdinand y su hermano Walter (también
médico-odontólogo) pasaron a desarrollar el sistema de diagnóstico y
terapéutica conocido como Terapia Neural. Este es un método seguro y
simple de tratamiento de muchos problemas comunes de salud y tiene
una amplia aplicación en clínica médica. Ha ganado aceptación
general en países de habla alemana y española, pero aún es poco
conocido en el mundo de habla inglesa.
El libro que Ud.
está a punto de leer se basa en estos dos descubrimientos, pero
además se nutre de ideas modernas que pueden abrir sus ojos a nuevas
posibilidades no sólo en Terapia Neural, sino también en medicina
general. Este libro es importante por un número de razones. El Dr.
Koval no es el primero en reconocer la importancia del trabajo de
Speransky en la práctica de la Terapia Neural. Sin embargo, él ha
llevado este reconocimiento un paso más allá al articular claramente
uno de los descubrimientos más importantes de Speransky, es decir,
que el cuerpo "hace" una enfermedad. (Nota del autor: en realidad
este concepto desconocido para la medicina norteamericana fue
introducido por el Dr. Julio César Payán de la Roche). De hecho
el Dr. Koval utiliza el término "hacer una enfermedad" con
frecuencia para capturar la idea de que enfermedad no es la ausencia
de salud, sino más bien un proceso de auto-organización que "emerge"
en el organismo de acuerdo con las leyes de los sistemas dinámicos.
Esto tiene enormes implicancias en cuanto a la forma en que
entendemos la enfermedad.
Otro logro de
este libro es la introducción de los conceptos modernos de los
sistemas complejos en el mundo de la medicina. En este aspecto está
muy atrasada no sólo la Terapia Neural, sino también la Medicina
Clásica, que parece estar languideciendo con interpretaciones ya
arcaicas acerca de la naturaleza de la enfermedad.
El estudio
cruzado a doble ciego todavía reina como supremo, pero por su misma
naturaleza excluye la complejidad, la esencia de los sistemas
biológicos. Hasta que la medicina moderna comience a comprender la
naturaleza de los sistemas dinámicos no podemos esperar ningún
progreso real en el diagnóstico ni en la terapia. La terapia
continuará limitándose a tratar síntomas o los resultados de la
enfermedad. A lo largo de este libro, el Dr. Koval pide al lector
que vuelva sus ojos en otra dirección para abrazar la complejidad
con todas sus incertidumbres y sorpresas.
El Dr. Koval
lleva al lector a través de un desarrollo de fácil lectura acerca de
la auto-organización, la autopoiesis, las estructuras disipativas,
el equilibrio entre bucles de retroalimentación negativa y positiva,
la teoría del caos y muchos otros aspectos de los sistemas
dinámicos. Estas son las grandes ideas, pero se toma su tiempo para
explicar también cómo tienen aplicación práctica. Un capítulo entero
está dedicado a este tema que merece ser conocido.
Una tercera
contribución importante de este libro es una discusión de la
comunicación extra-neural dentro del organismo. Aunque el término
"neural" implica la participación del sistema nervioso, el Dr. Koval
demuestra que muchos de los fenómenos observados en la Terapia
Neural se extienden mucho más allá de lo que puede ser explicado
sólo por la función del sistema nervioso. El volumen y la velocidad
de la información necesarios para mantener "en sincronía" el número
infinito de procesos orgánicos en todos los niveles de función
requiere otros medios para la transmisión de esa información. Para
explicar ello, introduce las ideas de la mecánica cuántica, de la
coherencia cuántica, la teoría de semiconductores, las propiedades
del agua en estado de cristal líquido, etc. La comprensión de estos
conceptos prepara al lector para los capítulos cuarto y quinto del
libro, de modo que estas ideas no-médicas puedan aplicarse en la
práctica clínica actual.
La primera mitad
del libro (acerca de los sistemas complejos) es una lectura
fascinante para cualquier persona lega educada. La segunda mitad es
para el clínico. Se abren nuevos horizontes mediante la aplicación
de estas grandes ideas en la práctica cotidiana de la Terapia Neural
y de un modo práctico. Se trata de una lectura obligada para
cualquier practicante de la Terapia Neural, ya sea novato o
experimentado.
Muchos de los
pioneros de la Terapia Neural, en el tiempo, se han referido al
trabajo experimental de Speransky, pero el Dr. Koval extiende las
ideas de Speransky más allá y desarrolla un argumento convincente;
él señala que la enfermedad persistente y recurrente (y
especialmente el dolor) es causada por un desequilibrio de las
funciones tónicas y/o tróficas del sistema nervioso. La función
tónica es la que controla las propiedades emergentes (por ejemplo,
la temperatura, la presión, el flujo sanguíneo); la función trófica
afecta a la estructura (v.g., hipertrofia, distrofia o atrofia de
los tejidos).
El Dr. Koval
desafía las teorías actuales de dolor crónico tanto en el terreno
teórico como en el práctico – desde lo teórico porque dichas teorías
dicen muy poco acerca de las causas últimas, y desde lo práctico
porque ofrecen pocas soluciones fuera de medicación analgésica de
por vida. De hecho, él prefiere el término dolor persistente
al de dolor crónico, porque la palabra crónico connota
inmutabilidad sin esperanza. Espero que los médicos que practican la
Terapia Neural aplaudirán este cambio de terminología; el dolor de
larga data sólo debería persistir hasta que el terapeuta neural
encuentre y trate la(s) causa(s) primaria(s), definitiva(s).
La teoría del Dr.
Koval de desequilibrio de las funciones tónicas y tróficas para
explicar el dolor persistente debe sonar a verdad para los
terapeutas neurales experimentados. El terapeuta neural no trata el
sitio del dolor, sino que trabaja sobre la regulación que ejerce el
sistema nervioso, especialmente a través del "sistema tónico
modulador antinociceptivo descendente".
El capítulo 5 es
un tesoro de sabiduría y experiencia en Terapia Neural práctica del
Dr. Koval. Personalmente he estado practicando la Terapia Neural
durante los últimos 25 años, y sin embargo ante lo expuesto por el
Dr. Koval me digo "¡Qué interesante que es eso! o “¡Sí, eso debe ser
verdad!", o "¡Tengo que estar atento a eso!" Los sistemas complejos
llevan a las mentes inquisitivas a los lugares más fascinantes. Las
observaciones del Dr. Koval invitan al lector a ampliar su sentido
de lo que es posible, tan diferente del mundo predecible de las
relaciones lineales.
El capítulo final
es una serie de casos clínicos que demuestran las conexiones
complejas entre campos de interferencia y los problemas de salud que
generan. Para los no iniciados éstas relaciones parecerán bizarras.
¿Cómo se explica "artritis reumatoide vinculada a amigdalitis en la
infancia y al desarrollo de los terceros molares" (Caso 1) y
"artritis reumatoide vinculada a un aborto”? (Caso 2 ); condiciones
de partida completamente diferentes que conducen a la “misma”
enfermedad. En dirección opuesta: presencia de terceros molares
vinculados a "dolor de cabeza y rectificación cervical" (Caso 15), a
"diabetes tipo II" (Caso 21), a "pánico, ataques de furia con
autoagresión" (Caso 29), y a "claustrofobia" ( Caso 31); varios
problemas diferentes de salud que se originan a partir de los mismos
campos de interferencia. Los terapeutas neurales experimentados
reconocerán estas historias de casos por ser la materia de la
Terapia Neural. Ningún problema de salud es demasiado común o
demasiado extraño como para no ser causada por uno o varios campos
de interferencia.
Este libro
debería ser un estímulo y una inspiración para todos los terapeutas
neurales. También debería ser (como el libro de Speransky "Bases
para una nueva teoría de la medicina” un desafío para el resto de la
profesión a reconsiderar su comprensión de la naturaleza de la
enfermedad.
Robert Kidd MD, CM
Renfrew, Canadá
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