PREFACIO del Dr. Pablo R. Koval
Las notas que transcribo a
continuación son el resultado de muchos años de trabajo. Con ellas
intento trasmitir todo lo aprendido en los miles de viajes compartidos
con aquellas personas que acudieron a pedir ayuda y con quienes he
intentado llegar a buen puerto. Fueron viajes de aprendizaje mutuo,
tanto para el enfermo como para mí, persona y médico.
En mi primer libro, de 2011,
“Medicina para el ser Singular con Dolor Persistente u Otros Problemas
Complejos. Fundamentos para la Terapia Neural Moderna.” he intentado
demostrar a través del aporte del conocimiento de otras ramas del saber
(no médico) y mediante la demostración empírica con mi trabajo clínico,
la validez de la Terapia Neural como medicina no impositiva.
En éste, de 2016, “Cuadernos de
Terapia Neural. Fundamentos, Filosofía y Praxis”, introduzco
observaciones que considero fundamentales para el buen ejercicio de esta
medicina que incluye romper con lo aprendido en la universidad y
reaprender, desde una perspectiva humana y ecológica, la realidad de la
vida y las profundidades de la salud y de la enfermedad. Incluyo una
teoría sobre la génesis y el mantenimiento del dolor persistente que he
tenido oportunidad de comprobar empíricamente en cientos de pacientes;
algunos cambios conceptuales en lo que enseñan los libros de texto
clásicos de Terapia Neural, y algunas técnicas modificadas para el
acceso a diferentes áreas del cuerpo.
Me ha resultado imposible
separar los fundamentos, los aspectos filosóficos y la praxis de lo que
es la Terapia Neural. Es que la Terapia Neural es una unidad
indivisible. Por lo tanto las notas no siguen un orden demasiado
estricto. Todo está relacionado entre sí y en diferentes oportunidades
he repetido conceptos pero desde distintos ángulos. El objetivo es que
el lector pueda acceder a un panorama completo, pero para eso deberá
leer la totalidad del libro. Son en total 174 notas interrelacionadas,
intervinculadas.
Amo a la Terapia Neural por su
carácter libertario pues, en lugar de imponer un camino, le da al
organismo la libertad de elegir el propio. La persona tratada recupera
su condición esencial, es ella misma, sin la influencia de efectos
farmacológicos extraños y esto, según mi visión, se debe, en gran
medida, a que el estímulo neuralterapéutico facilita, a través de la
comunicación orgánica interna, el restablecimiento de circuitos de
autoorganización biológicamente económicos y en consecuencia la
recuperación de funciones neurales naturales alteradas o perdidas.
Al cambiar la forma de
comprender la salud y la enfermedad puede entenderse también que, para
poder ayudar al enfermo, haber visto antes tal enfermedad o no, no hace
ninguna diferencia. Para el médico bien formado, que conoce las señales
y los síntomas del ser, las diferentes enfermedades catalogadas por la
Medicina Clásica no son más que un cambio en la combinación de esos
signos y síntomas, en su modo, en su representación.
A modo de cierre publico el
escrito de Sandra Payán Gómez, que con su ímpetu lleva a la Terapia
Neural a su máxima expresión. Es un deseo de ella que comparto. Algún
día será así.
Dr. Pablo Rubén Koval
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